domingo, 10 de abril de 2016

Si, quiero querer ser, contigo.

Escribiré una anécdota. Una tras otra. Y sabrás porqué escribo, sabrás porqué me hace(s) sentir libre, y sabrás porqué me da(s) vida. Y tú, serás la protagonista de todas esas anécdotas. Serás aire en mi alrededor, ideas en mi desolada creencia nihilista, sueño en mi cabecera. Ya verás, eres y serás, como un pasado convertido en futuro y sucumbido por un presente de sentimientos encontrados; enfrentados. Eres luna y estrellas. Eres todo lo que siempre imaginé. Lo tienes absolutamente todo, incluso lo que sé que no tienes. Porque eres imperfectamente perfecta. Qué típica esa frase. Digamos que eres la más imperfecta entre las perfectas. Es diferente; el concepto, y tú.
Así que, sí. Eres una historia tras otra. Anécdota. Aquí y allá. Vienes y vas. Déjame decirte, que eres tú. Tan simple como eso. Persona, cuerpo y mente.

P.D.: Eres única.

viernes, 1 de abril de 2016

Escribir(te).

Delante. Enfrentados. Cara a cara. Te ilumina una tenue luz del sol propia del atardecer en la ciudad. Nada que contar, mucho que decir. Me basta con encontrarte enfrente mío. Mirarte. Escucharte. Y saber que estás bien.
Manía la mía la de querer tenerte cerca. Llámalo manía, llámalo deseo.
Y aquí se acaban las palabras, las inexistentes rimas y los sinsentidos. Me dejas mudo. O soy yo, que prefiero callar y observarte, sentirte y deleitarme contigo.