miércoles, 16 de noviembre de 2016

Gracias.

Últimamente me cuesta mucho soñar. No soy capaz de acercarme a los mundos de los sueños. Será que no dejo de pensarte, o que quizá ya no quieres entrar en mis mundos. Pero ayer... Ayer volviste. Estabas ahí delante; en mi sueño. Y te tocaba, y sonreías. Y yo sonreía al ver lo bello que es todo cuando me miras a los ojos. Y lentamente me hundí en tu brillante mirada. Joder, juraría que esta vez te brillaban más que la última vez. Aunque creo que mis ansias al verte, aún siendo en un sueño, jugaron a favor. Era un momento de esos en que parece que algo se ha parado. Ese momento que incluso dejas de sentir todo lo demás, y tus sentidos se agudizan. Abres, sin darte cuenta siquiera, un poco más los ojos, para poder disfrutar de ese momento tan especial. Pones toda tu atención en esa persona. Y poco a poco se comienza a erizar la piel, aumentan las pulsaciones. Y justo en ese momento, nos besamos. Y fue un beso de esos que se sienten, en el interior más profundo. Fue muy suave y rozando levemente nuestros labios. Es imposible poder explicar cómo fue. Pero es lo más real que he vivido en un puto sueño. Prometo que fue tal cual lo cuento. Y nos seguimos besando. Y al dejar de besarnos, frente con frente. Nos miramos y sonreíamos. Te prometo que ha sido lo más maravillosamente bonito que he soñado en mi vida. Gracias.