miércoles, 29 de noviembre de 2017

La carne.

Fuimos a hacer el amor
Y parece que volvimos de la guerra,
Me sentí astronauta
cuando me abriste la puerta,
Perdido en tus lunares,
Diciendo adios a la tierra,
Borrando en el felpudo el camino de migas
Para que nadie siga el rumbo
que entreven tus piernas cuando caminas,
Punto a punto formando una linea,
Una recta entre tus curvas
y mis indirectas con puntería,
Volaron los minutos teniéndote cerca,
Ocultos, y jugando mudos juntos
a ese "truco o prenda"
Con el lenguaje de las manos,
Leyendo el braile cada surco de piel
pero tambien tus labios,
Vivimos sin horarios lejos de calendarios,
Versos de pasión y no de aniversario.
Todo lo que te dije lo hice:
Cicatrices que aun recuerdo en sueños
cuando despertamos vecindarios,
Mi mas sentido bésame, bésame, besayuname,
Ayúdame a deshacer la cama,
Te comería a versos pero me tragaría mis palabras,
Por eso mejor dejarnos sin habla,
Perdí el sentido del amor pero no del sarcasmo
asi que te haré el humor hasta llegar al orgasmo,
Que he visto enamorados ojos de legañas
Pero no hay mejores brindis que
los que hacen tus pestañas,
Estas en mi lista de sueños cumplidos
Y en el de pecados compartidos,
Rompamos juntos la barrera del sonido
cuando el gemido se coma a el ruido,
Hagamos juntos todas las maldades
La dieta de los caníbales,
Soy de los que siempre creyó en las señales,
por eso pégame, muérdeme,
dejame cardenales.

Y navegué en tu piel,
un marinero sin carne poniéndome tu desnudez de abrigo.
Perdí el hilo, bailé el tango de tu tanga;
y me pisaste con tus zapatos de tacón fino.
Te dije hazme lo que quieras y me hiciste a mí sin adjetivos,
me pusiste a mi sentado y yo perdí el sentido.
Uní lunares como una línea de puntos
y así todos juntos conseguí formar siempre contigo.
Querías un sastre y una sonrisa medida,
cocida; pero para esa no hay cabida.
Con los ojos de lujuria,
con lo caras que están las caricias; me hice tuyo.
Me diseño trajes de saliva y liga.
Ya pagué mi crimen.
Le puse fin, ahora tú solo dime, dame, y gime.
Toma me y di que tú estarás ahí, que no me olvide.
Por ti por mi, que haga hasta que te corras el carmín... pero no el rímel.
Bésame, bésame, besayuname;
Ayúdame a deshacer la cama.
Te comería a versos pero me tragaría mis palabras,
por eso mejor dejarnos sin habla;
perdí el sentido del amor pero no del sarcasmo,
así que te haré el humor hasta llegar al orgasmo.
Que he visto rejuntarse el hambre con las ganas,
pero no hay mejor skyline que verte tumbada.
Cada vez que quedo con ella
parece que unas voces nos dicen "silencio, se rueda".
y cuando llega la escena del beso
pongo cara fea para repetir hasta la toma buena.
Reina del exceso, siempre fui un experto en coger el amor por donde quema.
Mi desmesura, con mano dura,
ganas de locura y de acercar posturas
encima de una noche a tu cintura.
Cuerpo a cuerpo; viaje espacial, vuelo directo
sin pagar tasas de aeropuerto ni aduanas.
Si más parada en el trayecto que pararnos
para hacer escala entre tu desnudez y tu pijama.
Sentados como dos gatos sobre tejados de zinc,
escurriendo botellas de champan 'chin-chin' en una noche de San Juan que parecía abril; clímax.
Final Feliz.

Rayden.

domingo, 26 de noviembre de 2017

Sí.

Y dándole vueltas, ojalá que podamos leernos los ojos. Ojalá surcar con las yemas de los dedos las líneas que forman nuestras manos. Ojalá poder contar cada uno de los pliegues que se forman en tu boca al sonreír. Ojalá contar cada uno de los lunares que forman líneas imperfectas sobre tu cuerpo. Ojalá tu y yo juntos en ese atardecer. Y amanecer. Ojalá y que seas feliz, y que lo vea. Ojalá ver el mundo girar, y girar con él, contigo. Ojalá y que nos crezcan las alas, y ver las nubes de cerca. Y tocarlas. Ojalá y tocar tus nubes de vapor de aliento. De suspiros, de jadeos formados por un arrebato incontrolado de placer. Absoluta complacencia de dos, fusionados. Unidos. Ojalá tus labios. Ojalá te muerdas el labio, mientras nos miramos a los ojos. Y morderte. Ojalá tus manos enlazadas con las mías. Ojalá nuestros pensamientos, enredados. Ojalá cruzar una mirada, y sonreír. Y sonreírnos, cubiertos por sábanas y una película de besos sobre la piel.

Lo sé. Sé que eres realmente única. Solo quería que lo supieras.

martes, 7 de noviembre de 2017

Seamos.

Esto escribía hace un tiempo. Pareciera que fue ayer, pero, para nuestra suerte, el tiempo avanza inconmensurablemente.


Somos cuestión de tiempo.
Será porque nos estamos buscando.
Porque queremos encontrarnos. Porque querremos hacer del tiempo una anécdota que cuente, que sume; y que nos une. Queremos encontrar cualquier excusa para seguir siendo cuestión de tiempo, porque quizá en el momento en que seamos (juntos, revueltos, enredados), seremos tiempo, y el tiempo, al parecer, tiene un límite.
Quizá lo que buscamos es la eternidad y que el tiempo sea nuestro aliado.

jueves, 2 de noviembre de 2017

Lleno.

Pues la verdad es que no coge un alfiler. Está todo completamente a rebosar. De hecho no entra nadie más. Está todo lleno. Ha sido entrar tú por esa puerta y que la habitación cobre vida. Y, efectivamente, llenas hasta un infinito. Con timidez, con picardía, con ilusión, con felicidad; con vida. No me cansaré jamás de decir que el huracán que formas con un torrente de pasión, da paso a un estado pleno de satisfacción y felicidad. Son segundos, minutos, horas, que haces que se conviertan en un mundo completo, con sentido y consentido. Increíble es la forma en la que eres capaz de deslizarte como un ave que surca las nubes rozando con su corazón los rayos de la última luz de cada día.
Sí, son solo palabras sin sentido que intentan explicar algo muy intenso. Un hilo rojo que no se roza.