El sol no dejará de iluminarnos la tez. No dejará que los corazones se rindan. Incluso con el crepúsculo, no cesará en su empeño de permitirnos mirarnos a los ojos. De reflejarnos en los ojos del otro. Por mucho que se empeñe, el mundo no podrá con nosotros. La luna es nuestra aliada y brillará en la oscuridad como una lucerna en medio del bosque. Las estrellas me permitirán ver la sombra que crea tu rostro. Y el calor del fuego dejará que nuestras manos se deslicen por el cuerpo. Contacto sensorial inoportuno que hace remover las entrañas de la fiera.
Punto y aparte.
Acercamiento de posturas más que rogadas, por ambas partes.
Coqueteo de pensamientos internos. Deseos concebidos.
Deseos concedidos.
Espéctaculo a la salida.
Labio de arriba, labio de abajo.
Fin.